Sigo transitando por la vida como si el tiempo fuera a agotarse mañana, como si el devenir de los días no tuviera nada que ver contigo... ni conmigo. Sigo pensando que cada luna es un regalo del sol que nos perdermos cada noche. Sigo cumpliendo años como si fuera la primera vez y no fueran a llegar más. Y esta vez han sido 30. Sigo feliz, pese a todo, y así pienso quedarme, al menos, durante la próxima década. Al fin y al cabo, esto no ha sido tan terrible. Voy a seguir llegando tarde al destino, mientras tanto... ¿miramos juntos las estrellas?
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